domingo, 30 de enero de 2011

Proximo Destino: ...

Las estaciones son almacenes de despedidas, lugares nostálgicos llenos de gente pensativa que fija sus ojos hacia ninguna parte unos pensando en lo que dejan atrás...otros en lo que se encontrarán, todos calculan el tiempo que les queda para embarcar, todos recuperan los números que faltan para regresar, excepto quienes sus cuentas nunca les traerán de vuelta y esta vez sí, es un Adiós, uno de esos que cuesta tanto decir que nunca se dice, Ecdisis estaba rodeada de maletas, se le notaba nerviosa buscaba en sus bolsillos y esquivando bultos, impaciente con la mirada perdida como si proyectara aquel momento "en que..." durante unos segundos toda ella se paralizo, daba la sensación de que lo que buscaba no estaba en sus bolsillos, se sacude y despierta su interés hacia el monitor, después de revisar que todo estaba correcto observa su alrededor el lugar donde se reciclan los rostros, comienzan y acaban pasos...de caminantes sin camino que en cartones escriben sus destinos...

Su mirada vuelve a estar perdida, ahora siente miedo, incertidumbre...llega el momento de dudar, de sentirse insegura de querer mirar atrás de volver...de llamar, de no avanzar...y mientras se queda pensativa, alguien le toca la espalda, como un movimiento instintivo le abraza se susurran al oído...se vuelven a abrazar, se tocan la cara, se frotan la espalda, esquivan lágrimas, hablan del frío y de aquella vez..."ves como no es para tanto...", hablan de la vuelta para maquillar la idea, hablan y hablan mientras se acerca el tren y repiten "pronto, pronto, pronto."...

Hablen de lo q hablen ella sabe que el futuro es un misterio que el pasado es un recuerdo y que el presente es el cambio, recoge lentamente sus maletas, le ayudan, vuelve a mirar su billete busca su vagón, lo señala, llegan y una vez arriba vuelve a mirar la estación, las maletas, las personas y agitando el brazo ya no deja que se escondan las lágrimas...Próxima estación....Despedida.

Cir0.

sábado, 29 de enero de 2011

¿Qué me quieres contar?

Sentado sin comer para no fumar, intentando dibujar la unión q nos llevo a donde estamos .Otra hoja en blanco, otra pelota a la basura... otro fin escrito en el futuro sin preguntar a los que estamos viviendo el presente.

Lo ves sentado al final de la cafetería con el café frío y el pitillo entre los temblorosos dedos, jugando una partida de ajedrez en solitario junto a un mapa donde tiene marcados los antiguos destinos que tantos relatos le proporcionaron....y mientras tanto, observa los pequeños cuadrados de papel amarillo, extendidos, todos con el mismo vacío .Golpea nervioso las hojas en blanco, vuelve a mirar una por una las vidas que a tenido en su mano, las compara, y no entiende las leyes sociales ni alcanza a comprender lo que quieren inculcar .Porque o la apariencia bien servida o la transparencia simplemente cedida.


Da una calada mas en busca de inspiración y siente como el nauseabundo sabor de la ceniza se aloja en su boca, y expulsa el grisáceo humo de su cuerpo mediante un suspiro que podría ser el ultimo… pero no, no sin antes haber conseguido enlazar unas cuantas frases donde encontrar esa tranquilidad que con tanta ansia necesita en su interior .Deja el pitillo en el cenicero q esta junto a la máquina de escribir que ha olvidado el incesante golpe de sus teclas contra la cinta de tinta, y una espesa capa de polvo cubre las teclas ocultando las desgastadas letras .Porque aunque vive con la indiferencia cogida de la mano de la incertidumbre, sabe q tiene algo que decir, pero aun no sabe como expresarlo .Como ellas, el ya ha olvidado la esencia que le caracterizaba, todo se oculta tras una cortina de inseguridad, y pese a ello, el sigue escribiendo en el mismo tejado que ayer, esperando la llegada de un susurro, intentando que le venga la inspiración al lado de una vela... La única luz q osa retar a la oscuridad, que en este caso, se adueña de todo.

Por fin, vuelvo alzar la mirada al sol y puedo sentir ese cosquilleo en la nariz q me hace estornudar, y puedo volver a empezar...

“Amigo se q existes, pero ignoro tu nombre, no lo he sabido nunca ni lo quiero saber, pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre....es tuya pero también mía, y si es mas mía que tuya, solo lo sabe ella...ya ves, es de noche, y te llamo amigo, yo q aprendí a estar solo para no tener que añorar, ni sufrir la soledad que siento ahora al pensar q esta en tu cama, quizás soñando conmigo, y tú que no lo sabes, no la despertaras…. déjala así, dormida, yo seré como un sueño sin mañana y encerrado en una botella de vino, mientras pienso que fui sincero, aunque me falto tiempo para cumplir todas las promesas .También te digo, que aunque no veas lo que estoy haciendo, no quiere decir que no lo esté consiguiendo“

Por la noche, cuando vayan a cerrar la cafetería, volverá una vez más a levantarse con la mirada derrotada, mientras lamenta no haber seguido loco.....q es un escritor sin inspiración? o un cuerdo deseando volverse loco?



G de Gato

viernes, 28 de enero de 2011

LA EXTRAÑA PARADOJA

¡Qué extraña paradoja, la vida, cuando tienes al menos un pequeño ápice de uso de razón! Qué sencillez entrama la misma, cuando tan sólo somos unos cachorritos inocentes e ingenuos…
Y es que no deja de sorprenderme, tras decenas de años vividos y sufridos, que aunque la vida te azote, te agolpe a puño cerrado, te patee las entrañas… el más mínimo detalle te hace la persona más feliz sobre la tierra.
Esta mañana, cansado y dolorido por el reuma (cómo  se encabrona el maldito, cada vez que llueve en esta nuestra seca tierra), salí de casa cargado, ¡qué digo cargado!, ¡hundido! bajo toneladas de mal humor y desesperanza. No puedo fumar en los bares, el médico me ha quitado de comer cecina y demás cosas ricas, y la chica que me hace la casa me prohíbe totalmente la sana copita de vino con las comidas…
Pero sales, y te cruzas con un rapacín de no más de 10 años. Y se le cae la pequeña pelota que lleva en las manos, bajo la atenta mirada de su madre. Y te da lo mismo el reuma, tú te doblas como un mozalbete de terso y duro lomo para recogerla y depositarla en esas diminutas manos disimulando el dolor de articulaciones.
Y ahí llega la paradoja. Que la sonrisa desdentada del niño, me alegra la vida una vez más, y merece la pena todo.
Así que me retiro, lectores. Me voy a comer unos callos, tomar un clarete, y fumar un purito.  Que la vida, al fin y al cabo, son dos días.





Snake Skin

jueves, 27 de enero de 2011

-- A la Vejez --



Caminé durante unos minutos antes de llegar a la plaza. El frio se metía en los huesos paralizando aún más estas viejas articulaciones. Llego al viejo soportal de la casona. Hay una inmensa puerta de madera. La pared agrietada por los años, me recuerda a mí mismo, viejo cansado y solo.
Poso el sombrero sobre el escaño. Busco en el zurrón de pana la llave…y por un instante recuerdo aquel portón lleno de vida, como cuando aún vivía Amanda. Ella lo adornaba con enredaderas y tiestos en flor, de miles de colores. El rojo de los geranios resaltaba sobre los ladrillos encalados. El calor del hogar era tan diferente...Todo era tan nítido que por un momento pensé q lo podía tocar.


El golpe de un balón, con el que juegan unos jóvenes de la plaza me devuelve de súbito al presente. Hace mucho  viento, hay un círculo de hojas que gira ascendente... notaba la vida en el aire que las zarandeaba...sentía su fuerza, era uno de esos momentos íntimos q me hacían sonreir una vez más.
Abro el portón, camino lentamente por la galería q me lleva a mi vieja biblioteca. Spot maúlla pidiendo algo de comida, vamos pequeño. Ahora preparo algo para los dos.
Veo tras la puerta acristalada el libro que comencé anoche. Continuaré la lectura plácidamente. Los libros y mi antigua colección de maquetas de veleros.. son ya, los pocos placeres que me quedan, querida.
Tú siempre decías que el gusto por lo exquisito nunca se pierde, así que tras servirme una copita de cava, escucharé aquel vals de Strauss que tanto te gustaba e inventaré nuevas vidas repletas de aventuras tal y como antaño compartíamos, antes de que el sueño me alcance.





                                                                                                                                               
                                                                                                                   Kovet.

miércoles, 26 de enero de 2011

Tiempo...........

Ya ha salido el sol y a penas acabas de entrar en casa. No luce como ayer, y, sin embargo, nada ha cambiado. Te sumerges somnoliento bajo el agua tibia de la ducha, como cada mañana. El espejo no conoce piedad, ni subterfugios, la imagen es cruel y realista, no deja nada a la imaginación. Un rostro golpeado por un trabajo nocturno, atrapado en una rutina desquiciante, en una celda de acero; Aferrándose a un matrimonio inerte, con una mujer alienada en un mundo, en el que, el, poco tiene ya que ver. Tan solo unas pocas horas, comparten la misma cama, generalmente en silencio, rara vez cruzan más de tres palabras, sin vocearse. Sus hijos, ya mayores, abandonaron el nido, hace ya, algunas primaveras, haciendo de la casa, su propio infierno de hielo.


Cada tarde, al llegar las 9 de la noche, conduce unos 30 km, dirección Astorga, hasta el peaje situado en una de las salidas de la autopista, como siempre, llega un cuarto de hora antes, tiempo más que suficiente para tomar un cortadito y fumar un cigarro, arropado por el viejo brasero, situado a la puerta de la cafetería “la carretera”.  Emplazada a pocos metros de su lugar de trabajo, en una de esas frias y deshumanizadas, casi siempre desiertas, áreas de descanso. Resignado, se enclaustra en su cubículo, sabe que es un empleo sin futuro, pero el único futuro en el que puede pensar, es, esa irrisoria jubilación de unos 500 euros al mes, que en pocos años le quedara.
 No sabe, que le da más miedo, si no tener, una ocupación que le de esa falsa sensación de utilidad o el hecho de pasar más tiempo con su esposa. Definitivamente tenía que buscarse un hobby, siempre había querido aprender a trabajar el cuero y la madera, aunque nunca había comprobado si quiera, si tendría alguna cualidad para ello, pero, ¡qué coño!, porque no, y ya puestos, que le impedía marcharse unos días….
Poco a poco se estaba dando cuenta, no era feliz. Lo cual lo sumergía, cada vez con más frecuencia, en un estado de retrospección, de aislamiento, buscando en su interior el camino que le condujera, a su propia utopía informe.
Deambulando por calles que le gritan recuerdos. Una rutina insípida, que le dejaba cada noche, antes de acostarse, un amargo sabor en la boca, como cuando comes pipas, y sin darte cuenta, se te escapa una que estaba rancia, y aunque comas media docena de las más sabrosas, no consigues quitarte esa sensación. Como cada semana que le tocaba turno de noche, siempre daba su pequeño paseo junto a un simpático bóxer, marrón claro, con una corbatita blanca que serpenteaba desde el hocico, apodado Argo, caminaban rio arriba, en dirección al emblemático edificio camaleónico, que había sido a lo largo de la historia, la cárcel de la ciudad, o algo tan carismático como la sede la orden de Santiago, y en la actualidad, parador nacional, San Marcos.


El sonido del agua siempre le había fascinado, le relajaba y le ayudaba a poner en orden sus pensamientos después de toda una noche de trabajo. Cuando Argo era pequeño, siempre bajaba algún juguete, y se divertían, ambos han envejecido y lo saben, saben que ese paseo de complicidad, de respeto y silencio es la prueba inequívoca del tiempo que han pasado juntos. Tiempo, concepto imprescindible hoy en día, bajo su yugo estamos; intercambiando horas por dinero, que nos permita satisfacer las necesidades, que los medios de comunicación y las sociedad nos venden, como porciones individuales de una felicidad insustancial. Como hormiguitas acristaladas en cuchitriles, 8 horas trabajando, otras 8 durmiendo y el resto consumiendo, hasta que la vida te consuma a ti.  


                                                                                                          Hecate

martes, 25 de enero de 2011

OTRA VEZ SERÁ

Mira distraído de lado a lado. No quiere agachar la cabeza. Las letras y los números le inundarán y se meterán en su cabeza, no hay sitio para ellos.
Quiere la mente despejada, para pensar en lo que hará después: Quizá llame por teléfono y tenga una larga conversación mientras las gotas de cerveza se pierden por su boca o quizá el que se pierda sea él, acelerar y frenar en el tiempo que dura un guiño. Borrar los estragos del día, cualquier asomo de concepto que se haya podido colar dentro de él.

Alguien abre la puerta. Una larga melena, de esas que mueven el viento y no al revés, de las que dejan embelesado.
Que me mire, que me mire. Que el tiempo se pare y nadie lo ponga en marcha otra vez. Que el silencio se haga ruido para que nadie más se fije en ella.
Qué caminar tan lento, y aún así nunca podrá atraparla. Pero algún día se atreverá y le pedirá su número, la interminable conversación será con ella, la cerveza sabrá mejor y la despedida por el teléfono sonará a solo de guitarra.

Ya no quiere su mente vacía…que ella la llene. La llene de gestos y sonrisas, de un simple hasta luego o hasta siempre, pero de palabras. Que ganen el juego los dos y si pierde uno, no huir, quedarse muy quieto y respirar, para que el oxígeno vuelva.

Pero pasa de largo. Cruda realidad de un efímero momento. OTRA VEZ SERÁ.

                                                                           

                                                                                                      AGONO.






lunes, 24 de enero de 2011

Lo importante es tener salud

Bigote en ristre, sombrero que tantos inviernos ha visto, chaleco de lana y pantalones de pana sales a la calle. Abotonas como puedes la vieja chaqueta y maldices el frío que te hace que tu cara parezca una mueca. Piensas sin embargo que los inviernos de ahora no son como los de antes. Ya casi no nieva y no llueve lo que llovía antes.



Al pasar por el parque de San Francisco te fijas en la fuente de Neptuno, los angelotes o lo que sean siguen siendo igual de feos que cuando eras crío, al menos hay cosas que no cambian con los años. Enciendes un cigarrillo prestado por uno de los jardineros y caminas calle abajo. El humo te calienta un poco y ya casi no notas el frío. Recuerdas cuando eras joven, cuando entre los edificios todavía se podía ver el cielo y sabías el nombre de todas las paisanas que vivían en la calle. Recorrías León calle arriba y abajo con tu mula vendiendo potas de cobre. Ahora dicen que sueltan no se qué que provoca cáncer… cualquier cosa. Todo eso no son más que mariconadas, tú siempre cocinaste en pota de cobre y has llegado a viejo. Te paras en el contenedor a ver si hay algo interesante o si ya han pasado los basureros. Ya no queda nada, pero al menos han dejado unos cartones, podrás ponerlos debajo de tus rodillas. Agarras un par de ellos y sigues calle abajo. 
Un niño camino de la escuela te señala y dice algo a su madre que le reprende con dureza, es de mala educación señalar a la gente, aunque ella ya te ha señalado con la mirada. La educación es como el orgullo, no lleva a ningún sitio si no tienes dinero que te respalde. Al final todo es cosa del puto dinero, sin dinero no eres nada y ahora mismo, tal y como están las cosas, menos aún.

Llegas a la puerta del supermercado y pones los cartones en una esquina, te sientas de cualquier manera y sacas un plato de plástico del bolsillo. Te acurrucas lo mejor que te permiten tus huesos doloridos. Ya no tienes edad para esto, pero si no es para esto ¿para qué vales?

Adentro se ve a las cajeras hablando: mira, ya tenemos al Cándido a la puerta. Hace más horas que tú, ahí a la puerta.

Comienza a llegar la gente para comprar, algunos pasan sin mirarte, otros te miran de reojo, pero evitan darte nada, algunos, cada vez menos, te sueltan una monedilla. A media mañana pasa Doña María y te pregunta qué tal estás, cómo está tu familia. Respondes que todos bien, todo lo bien que se puede estar en esta situación. Lo importante es tener salud, responde, y tras esto te suelta un par de monedas y se va.

Sí, mascullas entre dientes, lo importante es tener salud ...




Dimas.


lunes, 17 de enero de 2011

Denia

cosmopolita.
(Del gr. κοσμοπολτης, ciudadano del mundo).
1. adj. Dicho de una persona: Que considera todos los lugares del mundo como patria suya. U. t. c. s.

Las resbaladizas calles de León, empapadas de niebla y tonos grises me acompañan por la mañana. La lluvia y el frio han caído como nunca me imaginé que podrían hacerlo. El viento me corta la cara. El olor es de tráfico, de humedad y de nostalgia. Mi primer invierno. Mi primer invierno de verdad. 
Cualquier atisbo de calor (incluso el calefactor de los grandes centros comerciales) me recuerdan al cálido viento del Sáhara... incluso me viene un cierto olor a cuscús recién cocinado. Los tonos cálidos han sido eclipsados por un espeso manto de nubes, que parece tener densidad de (casi) plomo. Resbalo las calles con mis nuevas playeras.
A veces me planteo qué sentido tiene pasearse por estas calles, tan diferentes a las mías. El no encontrar esa conversación cálida, el no vestirme con la ropa que llevé siempre, el no encontrar con quién rendir mis cultos, ni mis costumbres. El adaptarse a algo, aparentemente, tan contrario. 

Cambiar los puntos de vista. Ser de arcilla, moldearse. 
Esto es el Mundo. 
Esto es Denia. 


¡Encantada de "estrenar" el blog!
Indis.
 

sábado, 15 de enero de 2011

PRESENTACIÓN

En esta ocasión la mejor manera de empezar es no empezar...  

Ecdisis es un blog en el que escribimos sobre esa gente que te puedes encontrar por las calles de León, que pasean, que están sentados en los bancos, que esperan, que se desesperan...
Cualquier persona que tiene un motivo para sonreir, llorar o echar a correr.
Gente normal, que esconde algo especial que a todos nos hace diferentes.

¿Eres ecdisis?.




Y citando a los que un día fueron desconocidos y supieron como decir algo...

"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano." Isaac Newton  ... de G de Gato 

"Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros." G.Marx...de Dimas. 

"En mi fragil esquife pretendo cruzar el mar de la ambición y llego a olvidar que también mi trabajo es sólo un juego" R.Tagore...de Agono

"La vida es todo aquello que te va ocurriendo, mientras tú te empeñas en hacer otros planes" J.Lennon...de Indis.

"Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad." Julio Verne...de Ciro Smith.

"No me gusta sufrir, pero es la única manera que tengo de sentirme vivo" Layne Staley...de Hecate.

“ En la vida , hay lecciones duras y una de ellas es que tienes que aprender a vivir con el corazón roto”. Nina Simone ...de Kovet.

"A sangrar, se aprende sangrando"... de Snake Skin