sábado, 26 de febrero de 2011

Pragmática del cuerpo.

-Cinco minutos más, no te vayas aún.
Se levanta, se asoma a la ventana y siente la mañana, observa cómo el día se despierta con él.
La ligera brisa que se cuela le roza la cara, le traspasa y le hace sentir vivo otro día más. Dejará la ventana abierta para que el descarado viento se filtre bajo las sábanas y deje al descubierto el muslo de su novia.
- Si me embaucas, volveré a llegar tarde…
- Sabes poner buenas excusas. Vuelve a la cama, solo un rato más.
Deja de mirar la estampa de medio León que tiene por fondo y se gira.
El viento no ha cumplido su cometido, las sábanas la tapan hasta arriba, ni siquiera un pie se asoma.
Pero ella, atrayéndole como un indefenso servidor, agarra las sábanas y se despoja de ellas lentamente, incitándole. El sol refleja su silueta, está totalmente desnuda y esperándole.

Cómo no va a volver a su lado, si su cara es pura atracción y su cuerpo se contornea creando figuras que no dejan ninguna parte sin enseñar.
-Pero solo cinco minutos más…




Agono

1 comentario:

Anónimo dijo...

que buenos esos cinco minutos más.... me gusta :) sencillo pero calido y expresivo jeje