miércoles, 9 de febrero de 2011

La venganza es una hamburguesa que se sirve fría

Maldita golfa, atreverse a venir aquí. Si es que... La cogería de esa melena tan cursi y tiraría de ella hasta medir la longitud del mostrador con su cara, la golpearía tan fuerte que la publicidad de la hamburguesa de la semana se le quedaría tatuada en la cara. Luego la agarraría por esa chaqueta de polipiel de Bershka y la lanzaría volando contra el estante de las hamburguesas. Dejaría que todas las hamburguesas cayeran sobre ella cubriendo de Ketchup y mayonesa esos pantalones blancos de pitillo que le hacen tan buen tipo.




Sin dejar que se levantara jugaría al fútbol con sus costillas (quién dijo que las chicas no sabemos chutar), un penalti, una falta y un remate a puerta. Guardiola estaría orgulloso de ella.

Pero no dejaría que acabara ahí la cosa, cogería a esa zorra y lanzándola a través de la ventanilla de pedidos la enviaría a la cocina. Allí metería esas manos de manicura francesa en el aceite hirviendo y luego llenaría esa boca de zorra falsa con todas las patatas de luxe que cupieran, si hiciera falta empujaría hasta el fondo con la escoba, que no quedara ni un solo centímetro de boca libre. Pedazo de guarra, como que no te has llenado la boca con cosas peores. Juro por mi madre que comerás patatas hasta reventar y luego te haré comer también la maldita gorra del uniforme. Te comerás todo el jodido restaurante si hace falta. 

Luego te macharía con el pan congelado hasta que me sangraran las manos, después te metería en el horno y cerraría la puerta. Lo pondría a toda potencia y te dejaría allí, poniéndote morenita como a ti te gusta putón.
Más morena que Julio Iglesias en Ibiza ibas a estar.



-         Toma, tu hamburguesa de pollo y tu ensalada. (Maldito zorrón calientapollas, ramera comerabos, mentirosa robanovios. No habrá tormentos suficientes en el infierno para narrar lo que yo te haría hija de puta).
-         Gracias mujer,no me habrás escupido en la hamburguesa o algo así  ¿eh? Jejeje
 -   ¿Yo? Qué va mujer, eso sólo pasa en las películas.
(Mentira, puedas estar segura que lleva el ingrediente especial de la casa).



-         Muchas gracias, y oye, sin rencores, dale recuerdos a tu madre.
-         Vale, a ti, dale recuerdos a tu (puta) madre también.



Algún día zorra,  sí, algún día me vengaré y entonces sabrá de verdad lo que es una cornuda cabreada.







Dimas


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