viernes, 18 de febrero de 2011

Voces del diablo

Sí, sabe que hay una música de fondo, ha pagado por ella.
Pero hoy no sabe escucharla, prefiere recostarse en su butaca, la mano sujetando su cabeza, esperando que algo emocionante ocurra. ¿Pero qué va a ocurrir?
Todo el mundo está en silencio, escuchando absorto esa maldita guitarra que no deja de machacarle la cabeza. Por qué vendría. Hoy solo puede escuchar a su cabeza, llena de voces que le persiguen y le dicen lo fracasado que es.

“Te has quedado sin trabajo, tu hijo se ha ido de casa porque no te aguanta, hace meses que no tienes sexo y tu cuerpo se debilita y se pudre. Arréglalo.”

Y sin embargo ahí estás, mírate, haciendo como que te interesa el espectáculo y aplaudiendo al mismo tiempo que lo hacen los demás. Patético.
Dejemos de fingir que algo nos importa.
Sé que la música se ha acabado hace un rato y que ya no queda nadie.  Solo yo, que no he notado el silencio, porque en mi cabeza todavía están esas odiosas voces que me repiten y me recuerdan que no valgo nada.


Agono.

No hay comentarios: